La bajada de los presupuestos destinados para la TV pública valenciana en 2024 que han decidido PP y Vox ponen en peligro la continuidad de À Punt y más de 1.000 puestos de trabajo en la región.

SIMILITUDES ENTRE CANAL 9 Y À PUNT

Hace justo 10 años se consumó la desaparición de Canal 9 por una pésima gestión de los políticos que por entonces gobernaban en la Generalitat Valenciana, en este caso el PP en solitario, que abocaron a la radiotelevisión valenciana a su desaparición.

Desde 2017, À Punt ocupó su lugar y devolvió la ilusión a la gente que quiere recibir información, series y documentales en su lengua materna (el valenciano), pero la llegada del nuevo Gobierno que forman la derecha y la extrema derecha está provocando que se apliquen de nuevo recortes que afectarían también a las productoras audiovisuales, en caso de reducirse drásticamente el presupuesto destinado al gran medio público valenciano.

DAÑOS AL EMPLEO Y LA CULTURA VALENCIANA

La Plataforma de Asociaciones de Productoras Valencianas se muestra muy preocupada sobre los presupuestos asignados por la Generalitat para À Punt, que podrían ocasionar la desintegración del sector audiovisual, además de perjudicar a otros empleos que directa o indirectamente dependen de la TV pública valenciana, como pueden ser los relacionados con la restauración, maquinaria, hostelería, transportes, cultura y entretenimiento (actores, actrices, cómicos, guionistas, periodistas, etc.).

Cabe destacar que gracias a la aportación de À Punt se producen series, películas y documentales de animación que colocan a la lengua valenciana como un referente internacional en la cultura. Se puede entender que no apoyar a la radiotelevisión pública valenciana equivale a no defender la cultura y la lengua de la región, lo cual preocupa considerablemente a los partidos de la oposición (PSPV y Compromís), que han mostrado su indignación al ver un claro paralelismo entre la situación actual y lo que sucedió en 2013 con Canal 9.

Además, la oposición teme que la TV pública valenciana se utilice, al igual que en el pasado, como un instrumento de propaganda política al servicio del Partido Popular y pierda toda su independencia editorial que ha tenido desde su creación hasta este mismo año.

MANIFESTACIÓN A FAVOR DE À PUNT EL 28 DE NOVIEMBRE

Por su parte, Acció Cultural del País Valencià (ACPV) ha hecho un llamamiento a la sociedad valenciana para que asista a la concentración del próximo 28 de noviembre, a las 19:00 horas, frente al Palau de la Generalitat Valenciana para protestar por las enmiendas presentadas por PP y Vox en los presupuestos, que dejan en el aire el futuro de la radiotelevisión pública valenciana. El lema de la manifestación será "À Punt no se toca". El objetivo es garantizar el futuro y la independencia editorial del medio, así como reivindicar una financiación justa para que no se vean afectados miles de trabajadores del sector audiovisual y cultural de la Comunitat Valenciana.

En cuanto a las reacciones de PP y Vox, su intención es situar la inversión de la Generalitat por debajo del 0,3 % del presupuesto autonómico no financiero. Una cifra que, según el diputado de Vox José María Llanos, podría reducirse aún más próximamente. Y es que la ultraderecha ya anunció antes de las pasadas elecciones autonómicas de mayo que pretende cerrar À Punt en un claro ataque a la libertad de prensa y al pluralismo de ideas que defiende la Unión Europea en los medios de comunicación.

No parece muy prometedor el futuro de À Punt en este contexto de radicalización de la extrema derecha, que identifica el uso de la lengua valenciana como un instrumento de los "separatistas catalanistas" para adoctrinar a la gente, con lo cual, parece claro que su objetivo será convertirla próximamente en un aparato de propaganda del PP, al igual que sucede con Canal Sur en Andalucía, y, en caso de no cumplir esa función, ahogarla económicamente para provocar su cierre, como ya hicieron con Canal 9.

De esto precisamente se quejan políticos de la oposición como la diputada socialista Mercedes Caballero, quien considera que "el objetivo de Carlos Mazón no es otro que amordazar a los medios públicos, ahogarlos económicamente y, al final, cerrarlos".

POSIBLES SOLUCIONES PARA ASEGURAR EL FUTURO DE À PUNT

Como dato positivo y para la esperanza, la Unión Europea y el Estado sí que apoyan a las lenguas cooficiales del Estado, de hecho se permite por primera vez en la historia de la democracia a que los políticos y políticas hagan uso de su palabra en el Congreso en su lengua materna (euskera, gallego y catalán-valenciano-balear), con lo cual podría ser una posible opción que el Gobierno de España pudiera premiar de alguna manera los medios donde se fomentan dichas lenguas.

Cualquier solución que se aporte para defender la diversidad lingüística, la independencia editorial y los puestos de trabajo que se crean en un medio de comunicación como À Punt será muy positiva para la gente de la Comunitat Valenciana que, además, recibirá una información más fiable y veraz que si el medio estuviera controlado por un partido político.

Pese al peligro que suponen PP y Vox para la continuidad de À Punt y de cualquier medio que se desmarque de su ideología y quiera informar contando la verdad, el poder de la gente para evitar que esto suceda siempre está ahí. La concentración convocada por ACPV para el próximo 28 de noviembre puede ser una buena oportunidad de reivindicar los derechos de los profesionales del sector audiovisual valenciano.