Juan José Escalonilla, juez de Instrucción número 42 de Madrid, archiva la causa del caso Neurona y des imputa a Juan Carlos Monedero y a la formación morada al no poder demostrar delito alguno en un nuevo intento de lawfare por motivos ideológicos contra Podemos y su cofundador.
Desde el principio se palpaba que la denuncia que presentó en su día Calvente, exabogado de la formación morada que fue despedido por un presunto acoso sexual a la abogada Marta Flor, denuncia que finalmente fue archivada, no tenía sentido alguno, ya que se basaba en rumorologías. Las declaraciones de José Manuel Calvente se limitaban a "he oído, me han dicho, se comenta", sin aportar pruebas de absolutamente nada. Extraña mucho que una denuncia sin pruebas fuese admitida a trámite, pues tiene todos los ingredientes de una posible denuncia falsa con el objetivo de atentar contra la imagen y el honor de una formación política que decidió prescindir de sus servicios por su mala conducta.
El exabogado denunciaba (sin pruebas) presuntas irregularidades en la contratación de Neurona, además hablaba de sobresueldos cobrados ilícitamente o desvíos de dinero de la caja de solidaridad, la cual gestiona Podemos para destinar dicho dinero a fines sociales para ayudar a los más vulnerables. Acusaciones muy graves e infundadas, ya que una persona mencionada por Calvente como el exgerente de Podemos, Pablo Manuel Fernández Alarcón, declaraba en el juzgado que nunca había pronunciado las siguientes palabras: "Yo recordaré toda la vida cuando Pablo Fernández me dice: José Manuel, están metiendo la mano en la caja de Podemos y no lo podemos permitir". Con lo cual se intuye que se las había inventado y estaba cometiendo, por tanto, un posible delito al no poder demostrar nada de lo que había denunciado falsamente.
Pero el lawfare es así, se persigue a una formación política contraria a la ideología de la extrema derecha política, mediática y judicial como Podemos, y se llenan portadas de periódicos y telediarios de titulares pretenciosos, como en el caso Neurona cuando imputaron inicialmente a Podemos y a Juan Carlos Monedero por una factura de 26.200 euros por sus servicios de asesoría política a la consultora mexicana Neurona, que luego se ha demostrado que era totalmente legal.
*Aclaramos que el lawfare consiste en una guerra o persecución judicial de adversarios políticos por motivos ideológicos en la cual se intenta condenar a alguien inocente por su manera de pensar, imputándole delitos ficticios mediante denuncias falsas para apartarle de su carrera política. Un claro ejemplo sería Lula en Brasil o Mónica Oltra en la Comunitat Valenciana.
Aunque el daño ya está hecho, fueron muchas las horas que dedicaron a informar en los grandes medios sobre esta falsa acusación al profesor Monedero y a Podemos, mientras que ahora ningún telediario, ni siquiera el de la TV pública (RTVE) se ha dignado a mencionar esta información.
Queda manifiesta la vulnerabilidad a la que se exponen políticos honestos que defienden lícitamente sus ideas y luchan por transformar la sociedad simplemente por pensar diferente a los poderes económicos y a quienes se encargan de administrar la justicia en nuestro país. Tampoco se entiende bien que admitir una denuncia falsa e imputar a personas inocentes sin pruebas no tenga consecuencias penales para los jueces que llevan dichas prácticas totalmente antidemocráticas y que rozan lo mafioso.
En cualquier caso, ya ha quedado demostrada la inocencia de Juan Carlos Monedero y Podemos en un nuevo episodio de lawfare sufrido por la izquierda política española en el caso Neurona, abierto por el juez Escalonilla, que aún no lo ha cerrado del todo, ya que mantiene abierta la causa a la espera del último informe pericial que confirmará si los pagos a la consultora mexicana fueron legales. El magistrado continúa con su guerra judicial contra la formación morada, pese a que ya ha quedado más que demostrado que nada de lo que se le acusaba era cierto.
