En un artículo para El Cuaderno, de Canal Red, Pablo Echenique ha analizado la forzada unidad de la izquierda actual en la que conviven dos almas muy distintas que en muchas ocasiones no se entienden.
El ex portavoz parlamentario del grupo Unidas Podemos, que finalizó hace pocos días su brillante trayectoria en el Congreso de los Diputados dejando una imagen de político valiente y con gran capacidad intelectual, observa una izquierda partisana y otra transaccional. La partisana es la que lucha con valor para defender los derechos de la gente de abajo, mientras que la transaccional es la que no hace ruido para no molestar demasiado a los medios y a los poderosos.
Pablo Echenique aclara que en 2016 defendía la unidad de la izquierda porque creía que en ese momento sí era necesaria y natural, pero conforme ha ido pasando el tiempo, su postura ha cambiado, ya que ahora hay una izquierda valiente que quiere transformar la sociedad (Podemos) mientras que la otra izquierda es más conservadora y se aproxima más al PSOE y a la socialdemocracia (Movimiento Sumar), con lo cual es complicado que haya unidad real entre ambas izquierdas.
La líder de Sumar, Yolanda Díaz, además de vetar a Irene Montero en las listas, también prescindió del político más influyente de Podemos en redes sociales, que siempre lo ha dado todo tanto en el Congreso como en Twitter para tener una sociedad más inclusiva y antifascista como es Pablo Echenique.
No extraña, por tanto, que el político hispano-argentino haya dejado de creer en la unidad de la izquierda, si no se predica con el ejemplo y se dejan fuera a piezas claves del Gobierno de coalición progresista formado en 2020, gracias al tesón y a la lucha de Pablo Iglesias, Irene Montero, Pablo Echenique, Rafa Mayoral, Pablo Fernández, Ione Belarra y demás miembros de Podemos que hicieron realidad lo que parecía casi imposible pactando con partidos independentistas y logrando esa mayoría necesaria para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
En estos momentos estamos en una situación muy similar, hará falta negociación y sabiduría política para lograr un nuevo Gobierno de coalición de fuerzas progresistas (PSOE y Sumar) aunque bastante menos ruidoso y reivindicativo por parte de la izquierda del PSOE, eso sí. Ahí es donde el votante de izquierdas echa en falta que la parte partisana sea la mayoritaria, en lugar de la silenciosa y complaciente con los privilegiados y con el propio PSOE.
El científico del CSIC matiza que esa división entre izquierda partisana e izquierda transaccional se refiere a su relación con el poder establecido, no a su relación con las demás izquierdas. También es cierto que, dentro de Podemos, la corriente errejonista provocó una división en su momento en la izquierda cuyos efectos siguen haciendo mella hoy en día, especialmente en Madrid, ya que son incompatibles en muchos casos las formas de hacer política de Más Madrid o Más País con las de Podemos, aunque la generosidad de lone Belarra y demás dirigentes de Podemos ha hecho posible que se haya formado un bloque de izquierdas amplio llamado Sumar, cuyos 31 escaños han sido determinantes para evitar lo que habría sido una victoria con mayoría absoluta de la ultraderecha (PP y Vox),
Una de las cosas que más critica Pablo Echenique de la izquierda silenciosa o transaccional es su relación con los medios de comunicación como La Sexta, donde Ferreras cuenta bulos y propaga odio a diario hacia Podemos, pero eso les importa bien poco o nada a políticos de Más Madrid o Sumar, ya que le siguen el juego y van a sus programas como si fueran a ser entrevistados por un periodista honesto, cuando en realidad van al programa dirigido y presentado por un cloaquero de Atresmedia que conspiraba con Villarejo para destruir a un partido político democrático de izquierdas. En el pasado lo hizo con Podemos, pero en el momento que sea Sumar quien le estorbe, podría hacer lo mismo en cualquier momento, ya que defiende los intereses de Florentino Pérez y el Partido Popular.
Es obvio que los poderes mediáticos y económicos siempre van a preferir una izquierda dócil y fácil de manejar, de ahí su empeño en destruir a la izquierda más rebelde y que aspira realmente a gobernar, en este caso Podemos, y aupar a lo que algunos definen como una "marca blanca del PSOE" como es Sumar. Así, los poderosos consiguen su objetivo de que nadie cambie y que la corrupción pueda seguir campando a sus anchas en España.
Políticos valientes, con gran capacidad oratoria e intelectual y útiles para la gente humilde, no quedan muchos, y es una pérdida importante para la izquierda no poder contar para esta nueva legislatura con Pablo Echenique, uno de los principales referentes de Podemos y también muy querido por los militantes y votantes de la formación morada.
No sería buena noticia una hipotética repetición electoral, en caso de no llegar a un acuerdo Pedro Sánchez con Junts, pero sí dejaría al menos una esperanza, el posible regreso de Pablo Echenique, si lo considerase oportuno, para volver a impulsar a Podemos al lugar que le correspondería, que no es ni mucho menos estar con tan solo 5 diputados en el Congreso de los Diputados.
Estamos hablando de un partido histórico, el único de izquierdas que ha conseguido gobernar en coalición en este país y el que mejores resultados históricos logró en 2015, donde quedó casi empatado con el PSOE con cinco millones de votantes. Algo tan grande como Podemos, que nació del pueblo y del 15M no puede acabar así. Podemos y Pablo Echenique tienen que seguir dando guerra y convirtiendo de nuevo a la izquierda partisana en protagonista. Y es que la historia solo la escriben los valientes, nada se habla de los que no hacen ruido ni luchan apasionadamente para que las cosas cambien.