Hoy se ha disputado la final del torneo femenino de fútbol de los JJOO de París entre Brasil y Estados Unidos, que se han llevado las norteamericanas al vencer 0-1 a las brasileñas con gol de Swanson. España cayó en semifinales ante Brasil, precisamente, en el peor partido del campeonato del combinado de Montse Tomé, pero eso no debe empañar la brillante trayectoria de la selección española femenina, que ha ganado en el último año un Mundial de fútbol y la Nations League femenina. Luchar por una medalla en las primeras Olimpiadas de la selección española de fútbol femenino es seguir haciendo historia.
No olvidemos que se trata de los primeros JJOO que disputa nuestro país en fútbol femenino en toda la historia, y eso ya es algo muy meritorio, puesto que muchas jugadoras emblemáticas de este deporte ya retiradas no pudieron jugarlos nunca. El mero hecho de clasificarse ya es todo un logro, si a eso le sumamos que han estado luchando por las medallas, especialmente por la de bronce, hasta el último suspiro del partido por el tercer y cuarto puesto frente a Alemania, en aquel penalti de Alexia Putellas que paró la guardameta alemana Berger para evitar la prórroga, no es para nada un fracaso el papel del conjunto español en estas Olimpiadas, sino más bien todo lo contrario.
Las jugadoras españolas llevaban un año compitiendo prácticamente sin parar, especialmente las futbolistas del FC Barcelona, como la actual Balón de Oro, Aitana Bonmatí, que se le notaba especialmente fatigada, pero aun así lo dio todo con su espíritu ganador habitual. Lo más fácil en estos casos es borrarse de la convocatoria y descansar para recuperarse después de haberlo ganado todo, pero ellas quisieron seguir haciendo historia y luchar por ganar el oro en unos Juegos Olímpicos.
Finalmente, no lo consiguieron, pero su espíritu competitivo y su ejemplo de lucha y sacrificio nadie se lo puede negar al disputar partidos en horarios infernales, a las 17:00 o a las 15:00 horas, en pleno verano, con temperaturas de más de 30º, después de una temporada muy exigente para las campeonas del mundo y de Europa.
Es cierto que las futbolistas de las demás selecciones participantes también tuvieron que lidiar con estas temperaturas de extremo calor, y más ahora con el cambio climático, pero las otras 3 selecciones que se colaron en semifinales no tenían tantas jugadoras con enorme acumulación de partidos jugados en la pasada temporada; y eso, al final, también influye en un torneo de estas características. Quizás por eso sería conveniente hacer como en el fútbol masculino y contar con más jugadoras jóvenes que veteranas para las próximas Olimpiadas.
Otro punto a destacar es que, en el mundo del fútbol, si bien también es muy bonito conseguir una medalla de oro, no es tampoco la competición más importante que existe, ya que el sueño de cualquier futbolista, desde niño o niña, es ganar un Mundial de fútbol con su selección y una Champions League con su club. Son muchas las jugadoras de la selección española que han cumplido ambos sueños, y eso significa que estamos ante la mejor generación del fútbol femenino de la historia.
El cuarto puesto en los JJOO de París no debería hacer olvidar a nadie, ni a los más críticos y exigentes, que los títulos conseguidos en este último año nadie se los va a quitar y que quedarán ahí siempre para la historia de este deporte. Cata Coll, Irene Paredes, Laia Alexandri, Ona Batlle, Olga Ramos, Jenni Hermoso, Alexia Putellas, Tere Abelleira, Salma Paralluelo, Mariona Caldentey, Athenea del Castillo, Alba Redondo, Patri Guijarro y demás convocadas por Montse Tomé son grandes futbolistas y se han ganado el respeto y la admiración tanto de las rivales como de la afición para siempre, ganen o pierdan.
Es triste ver cómo un sector ultra y machista se alegró de la derrota de la selección española femenina en el partido de semifinales ante Brasil, donde cayó España 4-2, tras un gol en propia puerta desafortunado y una muy mala primera parte, así como de la medalla de bronce perdida ante Alemania, donde España no fue inferior a su rival y perdió solo por el gran partido y los paradones de la portera rival, Ann-Katrin Berger, ya que España dispuso de más ocasiones claras de gol que las germanas en el último compromiso de los JJOO.
La parte bonita de estas derrotas fue ver que las jugadoras están muy unidas, no solo saben ganar con deportividad y clase, sino que también se apoyan y se animan entre ellas cuando llegan los malos momentos y no acompaña la fortuna. Tan importante es saber ganar como saber perder. De cara al futuro, esta pequeña derrota servirá para que las jugadoras sigan aprendiendo y se hagan cada vez más fuertes y experimentadas en este tipo de torneos. Y es que ni en la vida ni en el deporte se puede siempre ganar, a veces toca perder y luego volver con más motivación y energías para tornar a la senda de la victoria.
Algunos son más de pedir autocrítica cuando las cosas no van bien, este artículo no busca eso, sino reconocer los grandes éxitos y alegrías que han dado las jugadoras de la selección española en este último año, con muchos títulos, victorias y dando ejemplo siempre, tanto dentro como fuera del terreno de juego, por los valores de igualdad, superación y deportividad que transmiten las vigentes campeonas del mundo.
Ahora toca pasar página de los Juegos Olímpicos de París y cargar las pilas para la próxima temporada, donde España puede seguir haciendo historia en la Eurocopa 2025. Mientras tanto, que nadie les quite lo ganado y lo disfrutado. Bravo por ellas, son las mejores del mundo, con o sin medalla olímpica.